26 de noviembre de 2008


Cruce de Caminos

Descubrir la verdad, si es que en realidad existe y sirve para algo, es motivo de muchas indagaciones de los grandes hombres y mujeres. Hoy me veo inmerso en un mundo donde todo se confunde, y creo que es funcional al estado que la humanidad vive hoy en día. ¿Cual es el límite entre verdad y aquello que no lo es? y, entonces ¿Que es aquello que no es verdad?, pero para eso necesitaríamos saber primero ¿Que es verdad?
Me parecen innecesarias las categorizaciones, a menos que sirvan en algún punto a la vida del hombre, a su pensamiento. Definitivamente es el pensamiento el que establece estos parámetros, mas allá del lenguaje, claro está, ya que es él el que nos proporciona todo lo que podemos decir o configurar (la verdad no es mas que la verdad en términos lingüísticos, mas allá de eso, no hay nada).
Parezco no estar de acuerdo incluso en escribir estas notas, pero lo hago para indagar en la no verdad, en la no categorización que siempre tiene un rastro de ella. Siempre algo de "la verdad" estará en la no verdad, precisamente se encuentra más en lo ambiguo que en lo certero. Cada uno construirá su verdad del modo que pueda y sea funcional a si mismo. La verdad muchas veces nos tranquiliza, nos da seguridad de que nada se cae, que todo está en su lugar, sirve para mantener firmes los estandartes de la vida cotidiana, pero el pensamiento muchas veces se contrapone a eso y es allí donde empiezan las contradicciones. Cada uno se encargará de definir sus propias categorizaciones, para mí no es mas que aquella ambigüedad que existe entre lo que vemos, sentimos, creemos y lo que creemos que vemos, que sentimos y que creemos, como base de esta contradicción. Todo lo que vemos no está sino traspasado por el lenguaje, ese factor externo al individuo y perteneciente a lo colectivo, que es el pensamiento cultural. El lenguaje es el que construye entonces la verdad, o por lo menos, la verdad colectiva. El nos dice que vemos, sentimos y creemos, en términos que gracias a él podemos definirlo, pero cada uno verá, sentirá y creerá cosas diferentes incapaces de ser expresadas, porque no existe un modo particular de hacerlo, cada individuo no tiene más que la regla del lenguaje, o si la tiene, y en ese caso, es el pensamiento, se ve subordinada por el primero. Una búsqueda más allá de este es la que nos permitirá encontrar la verdad en cada individuo que tenga, o no, la capacidad de reconocerla. Muchas veces la verdad particular se encuentra implícita en nosotros, porque no somos capaces de indagar sobre ella, porque nos resulta más fácil continuar creyendo solamente en la verdad colectiva, y no nos admitimos como sujetos individuales, hasta poder decir que nadie, o casi nadie, ha logrado explicitar su propia y verdadera verdad.
El arte es un lugar, por lo menos para mí, que permite encontrarse con algunos rasgos de la verdad de cada uno sin tener que buscarlos directamente, muchas veces cuando nos encontramos frente a la creación no estamos haciendo más que explicitar la verdad individual, quizás inconscientemente. Es extraordinario que alguien sea consciente de este descubrimiento, pero para eso hay que dejar atrás cualquier presuposición y prejuicio sobre lo que la verdad debería o no ser, es encontrarse con ella y no buscarla, pero si ir a su encuentro inevitable, todos vamos hacia ese encuentro, en el cruce de caminos sabremos si somos capaces de abrirnos e identificar lo que ella nos puede ofrecer. Es allí donde encontramos lo que ya sabíamos desde siempre, pero que nunca habíamos podido dar a luz. Este cruce de caminos puede llevar a varios lugares, algunos llevarán a descubrir la verdad de modos más complicados que otros, de maneras menos explicitas, pero eso corresponde no a cuan predispuestos estemos, sino a cuan dispuestos, que no presupone nada, pero que comprende la mente abierta. Lo abierto es, entonces, una característica de la mente en favor a la verdad no solo individual, sino también colectiva, cientos de mentes abiertas logran cambiar el curso de la "historia" a través del cambio del lenguaje simbólico de una sociedad. En el arte sucede algo parecido, las vanguardias, por ejemplo, presentan de una manera diferente la búsqueda de la verdad, han tomado una ruta diferente en el cruce de caminos que el arte popular, no menos prestigioso, pero quizás si menos explicito o consciente de ello.



Gonzalo Facundo López

17 de noviembre de 2008


Los hongos nacen en silencio

Los hongos nacen en silencio; algunos nacen en silencio; otros, con un breve alarido, un leve trueno. Unos son blancos, otros rosados, ése es gris y parece una paloma, la estatua de una paloma; otros son dorados o morados. Cada uno trae -y eso es lo terrible- la inicial del muerto de donde procede. Yo no me atrevo a devorarlos; esa carne levísima es pariente nuestra. Pero, aparece en la tarde el comprador de hongos y empieza la siega. Mi madre da permiso. El elige como un águila. Ese blanco como el azúcar, uno rosado, uno gris. Mamá no se da cuenta de que vende a su raza.



"Los papeles salvajes" 1971
Marosa di Giorgio

15 de noviembre de 2008


La paralítica
(para leer en voz alta)

¡Sí, es verdad! ¡Sí, es verdad! ¡Es verdad, oficial! Sí, sí, sí, yo la maté. Pero es que me tenía harta, ella era mala, pérfida, ladina, ponzoñosa. Y me cansé de sus ojos de mosquita muerta. Y de que se hiciera la paralítica. Porque ella no podía moverse, es cierto, ahí están los certificados de los dotores, pero no era como para poner ojos de paralítica, ella se regodeaba con su tragedia y yo le decía paralítica de mierda y le tiraba el caldo con cabello de ángel, hirviendo se lo tiraba en la cabeza y por eso estaba toda pelada. Sí, es verdad, día por medio a las cinco de la mañana le tiraba el caldo porque no soportaba sus piernas flácidas y el olor de paralítica y la mentalidad de discapacitada y sobre todo que no había tenido la culpa de que se subiera al andamio en la obra en construcción en el Chaco, cuando yo era bailarina, más que le Belfiore, que me fui al monoblock en contrucción atrás del obrero paraguayo y ella, como buena madre hija de puta que era, me persiguió para espiarme y se cayó del andamio, porque yo en esa época tomaba cañita Legui, sí, y después licor Ocho Hermanos, que no hay nada más dañino que eso, y un día me preguntó por el hámster y yo no le entendía porque decía lmmmmm jjmmmúmmter desde la silla de ruedas, en el patio de atrás, mientras yo colgaba los pañales de su incontinencia todos percudidos lmmmmm jjmmmúmmter ¿¡el hámster!? le dije, ¿¡sabés lo que le hice a tu hámster!? ¡Lo desollé vivo! Y ahora está enterrado abajo de tu cama.¡¡¡Lmmmmm jjmmmúmmter!!! ¡Hablá bien gangosa de mierda!, le decía yo, oficial, porque ella me lo hacía a propósito para cagarme porque yo era bailarina y peluquera y me debía a mi arte, no tenía por qué vivir así entonces, la maté, ¡sí!, ¡la maté, oficial! ¡Y no sabe qué liberación! Puse un disco de Richard Clayderman, el claro de luna y bailé como la llama de una vela en un velorio.

Alejandro Urdapilleta

14 de noviembre de 2008


No supe decir nada

Aparecio con una luz en sus ojos y no supe decir nada.Guirnaldas en la noche rosada de aquel domingo en casade mis padres, en el patiecito de atras, en Sarmiento.Las hojas de los arboles parecian no moverse, el vientono habia decidido acompañarnos en la velada. Cuando llegola mire fijo, pero no cruze palabra, no super que decir.Luego ella me sonrio y me dijo: "Linda noche", yo nada.Pasaban las horas y mi mirada hacia ella era cada vez masevidente, la gente se iba llendo, era tarde, y yo, ahiparado, sin poderle hablar. Todos se fueron menos ella, que me miraba, por fin. Era mi oportunidad.Se acerco lentamente, me acaricio la mejilla, me beso.Dormimos juntos esa noche, nos amamos hasta la llegadadel sol, ella sonrio, volvio a besarme y se fue. Y yo, no supe decir nada.

Domingo 22 de Mayo de 2008
Gonzalo Facundo López

10 de noviembre de 2008


La observadora

El olor de las rosas es el mismo de aquel día. Nada mas terrible que una rosa, espinada. Sentada en mi balcón, frente a él, mirándolo. Siempre he estado mirándolo, fijamente. Día tras día el agua de mis tuberías se iba evaporando. Yo me iba evaporando. Y él allí, intacto, inmutable. Nada parece importarle, como a mi. Su risa (nunca la conocí) es agradable, sincera. Su boca es suave y al besarlo sentí ese calor, que era mutuo (nunca lo bese). Camino, a veces. Salgo a pasear a mi hamster, él nunca me obedece, le grito que no corra, pero corre, y se va lejos. Vuelve a la madrugada y me mira, mientras yo sigo ahí, sentada, frente a él, mirándolo, fijamente.

Domingo 22 de Mayo, 2008
Gonzalo Facundo López.

Femme Fatal

Camina lento. Avanza a pasos largos. Se detiene. Retrocede solo un poco. Gira y grita. Vuelve a caminar, se mira en el espejo. Se peina, se toca la nariz. Se despeina, se toca los labios, los rojos labios. Prende un cigarrillo, no lo fuma, lo sostiene entre sus dedos. Despues de un rato lo tira y lo apaga con el taco de su zapato, rojo tambien. Mira fijo hacia adelante, retrocede. Gira y grita. Vuelve a mirar hacia adelante, con la mirada fija en él. Él no le habla. Gira nuevamente, camina unos pasos. Se detiene, lo saca de su cartera, lo sostiene entre sus manos firmes. Gira y grita. Él no se mueve, inmutable antes los ojos de ella. Ella lo mira, lo lleva hacia el. Se moja los labios con la lengua y susurra: "Bum!". Él cae muerto.

Domingo 11 de Mayo, 2008
Gonzalo Facundo López.