El Héroe

El pan quemándose en la tostadora, negro
yo sigo parado sin moverme ni emitir sonido alguno
el pan que necesito para alimentar mi incapacidad sigue quemándose, negro
cada vez mas oscuro y oscuro, obesa obsenidad obsesiva de tener que quedarme así
sin moverme ni emitir sonido alguno para despues que?
negro y duro, no se puede evitar y al mismo tiempo es tan innecesario.
Mientras Hint seguia respirando la cabeza de Galo estallaba insectos podridos
dejados estar en el tiempo sin ser siqueira tocados por la dama de azul.
Ella ahora mira fijamente a Hint, siente sus oceanos sin agua, sus infertiles manos
tocándola bruscamente, una y otra vez, para publicar su estupido carácter.
La dama de rojo, alejada de ellos, observa, y yo podria romperle los ojos
con un martillo, de hecho lo he intentado mas de una vez, entonces debo decir
que no pude, pero podría romperle los ojos con un martillo.
Galo va hacia la cocina y prepara tostadas, todos comen. Nunca supe que paso después,
nunca me lo dijeron, pero la dama de azul disfrutó esa noche como ninguna otra
Hint fumaba en un sillon de tercipelo rojo que no le pertenecía.
Galo estaba felíz, radiante, no soy nadie para decir nada, pero diría que nunca habia pasado
un momento tan alegre como ese, o nunca lo habia disfrutado tanto. La dama de rojo de
repente lo besó por horas, por días enteros. Sonó el despertador y era hora de salir,
no puede decirse que Hint vaya a tener una vida rutinaria, pero el ferrocarril lo esperaba a las
7.15 am, ni un minuto antes ni uno después, eso lo sabía muy bien. Nadie lo acompaña.
Galo y la dama de azul comen tostadas quemadas, negras. Yo sigo parado sin emitir sonido alguno ni moverme
tampoco soy capaz de decir nada. La dama de rojo observa ahora los nuevos amantes,
ellos se besan apasionadamente, y ella disfruta verlos, se siente tan congraciada de compartir el placer.
Galo exiende su mano hacia ella y la besa, la dama de azul sonríe y "As time goes by" no salió ya entonces
de la habitación, se hizo cada vez mas fuerte, hasta hacer estallar el mundo en que creían.
Filosofia de amor, de vida, de voces que hablan, que gritan y no dicen nada, de inutiles palabras,
de gestos que nadie entiende, lógicamente, que nadie entiende.
Por eso yo sigo parado, sin moverme ni emitir sonido alguno mientras el pan se quema en la tostadora.

Jueves 12 de Febrero, Gonzalo Facundo López.